Sin duda alguna, esta es la noticia del
momento, no sólo por las graves consecuencias que podría tener el
posicionamiento enfrentado entra Rusia y EEUU-UE, si no también por
el precedente que las medidas propuestas pueden crear en la política
interna de nuestro país.
Si bien ambas potencias se
escudan en argumentos bondadosos para mantener sus posturas, Rusia
sólo concede legitimidad al anterior gobierno ucraniano que se
conformó en las urnas, velando por la integridad de una parte de la
población ucraniana -de origen ruso-, y EEUU pretende salvaguardar
la capacidad de decisión del pueblo ucraniano sobre su propio
destino sin ingerencias militares exteriores, lo que volvemos a
encontrar tras estas defensas es el juego de amenazas y miedos de
estas dos grandes potencias económicas y militares similar al vivido
en la época de la denominada
“Guerra Fría” creando un ambiente
prebélico para la resolución del conflicto.
Pero lo que me ha llamado la atención en esta noticia, no es el conflicto en sí
con sus causas y consecuencias, si no el referéndum planteado por
Crimea para el próximo domingo.
El punto de partida de dicho
referendum es muy similar al que se está debatiendo en nuestro país
con el nacionalismo catalán, donde estos pretenden independizarse y
dejar de formar parte de la nación española de forma unilateral y
mediante un referéndum local. El problema es que tanto la
Constitución española como la ucraniana no contempla esa
posibilidad ya que en ambas rige el principio de unidad territorial.
Salvo que previamente se produjera una reforma del texto
constitucional, los resultados obtenidos en estas votaciones serían
ilegales y no vinculantes. Si Crimea accediera a la independencia
mediante el referéndum planteado, abriría la puerta a que Cataluña
se sintiera legitimada por la comunidad internacional para seguir los
pasos de Crimea y constituirse como un Estado independiente del
territorio nacional.
Sólo cabe cruzar los dedos y
confiar en la capacidad de llevar a buen puerto por vías pacíficas
el conflicto generado en Ucrania, ya que nos jugamos la estabilidad
tanto internacional como nacional.
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