En esta noticia se cuenta que 60 ecologistas de Greenpeace se manifiestan en una central nuclear de Francia colocando una pancarta de 200 metros cuadrados que dice '' Stop risking Europe'' . La ONG pide que se reduzcan el número de centrales nucleares en Europa y al Consejo europeo que se compreta a fomentar las fuentes energéticas renovables.
Las acciones de manifestación de
Greenpeace, una vez más son trascendentes porque la organización ecologista
siempre emprende reivindicaciones de gran envergadura, como es este caso de
colgar una pancarta de 200 metros cuadrados sobre una de las torres de la
central nuclear. Es necesario una lucha más intensa en contra de las centrales
nucleares y unirnos a las distintas organizaciones en defensa de nuestro
planeta.
La implantación de centrales
nucleares siempre llevan intrínseco un riesgo para las personas que viven en
las poblaciones cercanas y para el medio ambiente. Por muchos controles y
muchas medidas de seguridad que tengan, siempre hay un riesgo por situaciones
externas. Así lo vimos en el caso de la central nuclear de Fukushima en Japón, que
sufrió un accidente en 2011 debido al tsunami provocado por un terremoto, y que
a día de hoy siguen trabajando en las reparaciones de las estructuras y en
limpiar de radioactividad todo el entorno. Los habitantes de las poblaciones
cercanas siguen estando fuera de sus viviendas y sigue habiendo riesgo de
contaminación radioactiva.
Esos son los efectos de cualquier
catástrofe en una central nuclear, de larga permanencia, muy agresiva para la salud
de las personas, afecta a un gran número de habitantes, con daños muy graves, y
sin olvidar los perjuicios al medioambiente, a la vegetación, al agua, al
suelo, etc. Nuestro planeta está en
peligro con esta industria, que los gobiernos fomentan para reducir la
dependencia de los combustibles fósiles, como el petróleo, el gas natural, y
así favorecer la economía de sus estados.
Pero considero que la política de
los gobiernos tendría que ser apostar por las energías renovables, que sean
limpias como la eólica, la solar, la hidroeléctrica, etc, y que prime en
cualquier parte del mundo, sobre todo no poner en riesgo al planeta, y no los
intereses económicos.
Paula Zbikowski Silveira
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