Angola se convierte en el primer país
que prohíbe la práctica del Islam en su territorio (cabe recordar
que la libertad de culto aparece en el artículo Nº18 de La
Declaración Universal de los Derechos Humanos) donde el 95% de sus
habitantes practican el cristianismo pero, desgraciadamente, no hay
eco de este hecho en ningún sitio.
Dejando aparte el acoso y las
muertes que está causando este Gobierno a la oposición, que por
cierto tampoco leo por ningún lado, no he podido resistirme a
imaginar los titulares que se hubieran publicado si esta persecución
se hubiera realizado, por casualidad, a los practicantes de cualquier
rama del cristianismo, las cuales tienen un gran número de
seguidores en occidente. "¡Censura de derechos!", "¡Acoso
a la libertad de culto!" o "¡Muerte a esos herejes y que
ardan en el infierno!" son algunos de los titulares que se me
vienen a la mente. Gracias a nuestra ignorancia "pasiva" y
nuestra inmovilidad ante este hecho hemos sido nosotros quien ,esta
vez, ha colocado el burka y ha sido al propio Islam.
Germán
Espinosa Vega
En mi opinión, la libertad de religión es un principio básico, el cual nadie debería poder arrebatar. Estoy de acuerdo con mi compañero en que somos nosotros los que hemos acabado teniendo la culpa de que haya lugares en el mundo en los que no se pueda expresar libremente la religiosidad de uno mismo. Los respectivos gobiernos de cada país no son capaces de intervenir en lugares que parece que siguen en el siglo XVI, atrasados en todos los ámbitos, porque tienen miedo a entrar en guerra con ellos. El mundo debe actuar, cuanto antes mejor, para que todos los países estén modernizados de acuerdo a la época en la que vivimos, para que todos tengamos libertades. Ya se ha conseguido que avancemos en algunas cosas, ¿por qué no va a ser posible que todos podamos rezar o no a quien queramos?
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