Todo comenzó cuando a un cómico le dio por gastar una broma a la policía de Los Ángeles. Dicha persona hizo unas galletas con forma de iPhone para hacer creer a la policía que conducía mientras hablaba por su teléfono móvil.
Así pues, el policía se bajó del coche, esta persona bajó la ventanilla y le dio un muerdo a su iPhone. “¿Es ilegal comer galletas?”, le preguntó sorprendido al policía, pero a partir de hay la broma paso a ser algo serio, ya que, parece ser que el policía no aceptó que le tomaran el pelo y que se quedaran con él.

Este cómico reconoció, a través de las redes sociales que tuvo una mala actitud frente al agente, ya que, una vez parado por el agente se comió su galleta iPhone delante de sus ojos y poco después se arrepintió de haber fabricado esas galletas.
En mi opinión, pienso que este cómico debería de estar muy aburrido como para hacer semejante barbaridad y que el agente no estuviera pasando por una buena racha para meter a una persona casi sin fundamentos en la cárcel. No sé si se puede meter a alguien en la cárcel si que cometa delito aunque solo estuviese unas escasas horas.
Por otro lado, no se puede faltar el respeto a una persona, mucho menos a un policía porque después de todo te pueden meter en un lío por cualquier chorrada de este estilo.
En conclusión, creo que ninguno llegó a actuar de forma correcta, e este caso el problema se podría haber evitado y es por tanto, más culpa del cómico que el del propio agente que se sintió extrañamente ofendido por dicha broma.¿y tú que opinas?
- Francisco Zájara Blanco
- Francisco Zájara Blanco
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