Nina De Chiffre ha sido acusada de abuso sexual por un agente de la Policía después de que le diera un beso en el casco durante una manifestación. Las autoridades italianas aclaran que esta actitud no puede tolerarse y que si el policía la hubiera besado, habría estallado la Tercera Guerra Mundial.
Me parece inconcebible que este acto sea juzgado como abuso sexual. Pienso que este gesto no puede tomarse como un abuso sexual debido a que Nina ni siquiera lo ha besado a él, sino que ha besado un casco. Es intolerable que esta estudiante sea denunciada por abuso cuando ellos mismo reprimen violentamente a la población, en cada manifestación, causando grandes daños físicos y psíquicos, y actúen de forma tan hipócrita dando a entender que hasta ¡Tenemos que estar agradecidos de que no la haya besado!. Esta noticia me deja un pensamiento pésimo sobre los cuerpos de policías existentes actualmente en el mundo y del gobierno por el que trabajan.
María Elena Vázquez
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