viernes, 23 de mayo de 2014

El gobierno de Japón ha dado permiso a una central nuclear de Fukushima, a la vista del aumento de sus residuos tóxicos y la falta de espacio para almacenar a estos, de que se vertieran parte de ellos al mar, en concreto unas 561 toneladas. Se ha llevado a cabo con la condición de que fuera a una capas muy bajas del océano, en las cuales los niveles de contaminación eran inferiores a los permitidos. 

En mi opinión este hecho, que aunque al leerlo en un principio he pensado que era algo indiscutiblemente ilegal, puede que tenga su lado comprensible. Si ha aumentado de una forma descontrolada el volumen de residuos, hay que buscar alguna parte donde verterlos, y si era mejor que fuera al mar (a esas zonas en concreto) que por ejemplo a la atmósfera, es normal que lo hayan hecho así. Lo que sí espero es que este acto de imprudencia por parte de los que gestionan la central sea castigado, y no sólo de forma económica. Deberían haber sido bastante más preventivos con lo que conllevaba la actividad que hacían. También pienso que sería útil una campaña de concienciación para aquellas personas que tratan con este tipo de energía, de la cual estoy completamente de acuerdo en su uso, y pienso que si es de forma moderada y controlada podemos sacar de el bastante lucro.


María Sánchez-Barriga Macías

0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.