Pablo Rodríguez Toledano 21-11-2013
El propietario de Mercadona y segunda fortuna de España, Juan Roig, ha dado un paso más en su apuesta por el apoyo a los nuevos empresarios. Ha constituido una sociedad limitada, denominada Angels, en la que ha integrado las dos ramas en las que hasta ahora tenía repartida su actividad en esta línea. La compañía se ha creado con un capital inicial de quince millones de euros y unifica un fondo de capital semilla "Angels Capital" y la aceleradora "Lanzadera".
De las dos ramas, la primera línea que ha integrado a esta sociedad fue creada por él mismo hace ya 5 años apoyado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Este constituye un financiamiento inicial (fondos que no deben ser devueltos), para la creación de una microempresa o para permitir el despegue de una actividad empresarial existente. El segundo pilar de esta nueva sociedad es el proyecto la Lanzadera, la aceleradora de empresas que lanzó hace unos meses Juan Roig. Actualmente está ayudando a 14 empresas de diversos hábitos. Las empresas más adelantadas en la Lanzadera pasarán a tener capital semilla para su "despegue".
La Lanzadera es un proyecto atractivo en el cual jóvenes emprendedores exponen la idea que quieren desarrollar, y si es buena y original el propio Juan Roig proporciona una financiación de hasta 200.000€ para que con el esfuerzo y la entrega suficiente el futuro de la sociedad pueda empezar a crear su propio negocio formándose y trabajando en lo que le gusta.
Según las palabras textuales de un compañero del segundo hombre más rico de España, este proyecto es puramente altruista, simplemente busca devolver a la sociedad lo que esta le ha dado a él. “Realmente, lo hace a cambio de nada, por la simple necesidad de querer compartir su experiencia y su éxito con quienes ahora tienen el sueño de poner en marcha un negocio”.
Sin embargo, si observamos con detenimiento los movimientos de su valiosa y famosa cadena Mercadona, no tiene publicidad en televisión, ni en la radio, ni en la web, tampoco nos masacran con carteles publicitarios por la ciudad, tiene los mínimos. Por el contrario, esta iniciativa del altruista Juan Roig ha generado un gran revuelo en televisión, radio, web... haciendo que jóvenes hablen sobre estos proyectos y lo expliquen en sus casas mencionando aunque sea de segundas su nombre y, lo que es más importante, su cadena de supermercados. Con esto no digo que no busque el esfuerzo de los jóvenes y su triunfo empresarial pero, ¿es puramente un acto de bondad? ¿O ha conseguido la mayor de la publicidad de forma perspicaz?
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