Tres
de los cuatro acusados de los tartazos hacia Yolanda Barcina, presidenta de la
Comunidad de Navarra (acusada de
cohecho), han sido condenados a dos años de cárcel.
Mi
intención al exponer esta noticia es meramente de reflexión y refiriéndome
únicamente al ámbito moral. Puede ser cierto que tal acto como es el de los
tartazos sea una vergüenza, pero, personalmente, veo excesiva una condena de
dos años de cárcel (y una multa de 900€). Sé que al declarar la condena todo se
basa en el código penal y en las leyes y que han sido considerados los hechos
como un acto de atentado, pero creo que las personas podríamos echar mano
(aunque solo sea un poco) del sentido común. Vamos a ver, ¿Cómo vas a condenar
a dos años de cárcel a una persona por tirar una tarta y, sin embargo, a tan
solo cuatro años a una persona que ha saqueado las arcas de Castellón durante
más de veinte años, como es el caso de Undargarín o simplemente no imputar a
nadie por una catástrofe nacional como fue la del Prestige? En mi opinión,
nuestra sociedad se está ''robotizando'', es decir, las leyes no se basan en la
razón y sentido común. Sé que sería muy complicado legislar en una sociedad
teniendo en cuenta cada uno de los casos e incluso hay delitos que no son
claros, pero hay unos límites, como condenar a dos años de cárcel por un
tartazo.
Ahora
os toca a vosotros hablar, ¿Qué os parece, hablando respecto al ámbito moral,
esta condena de dos años por lanzar una tarta?
Alejandro Ruiz Fernández de Angulo
2º Bach. A
Al contrario que mi compañero, no me parece que el tartazo a Barcina haya sido vergonzoso, sino que me ha gustado, me parece una buena forma de decir "ya estamos hartos de esta situación". Hoy en día hay muchas personas que lo están pasando muy mal, a las que les van a quitar las ayudas, les quitan las casas,... y no tienen ni para comer, y los políticos, en este caso Barcina, en vez de ayudar se dedica a robar, y lo mejor de todo esto y lo mas gracioso, es que como comenta mi compañero, a estos pobres los quieren meter en la cárcel dos años por tirar una tarta, además de una multa de 900 euros; y ella, aunque ha robado, según el juez, lo que ha hecho no es un delito, nooo, es peor tirar una tarta, claro. Vaya vergüenza de justicia; esto me recuerda a el caso de Marta del Castillo, en el que los padre le van a tener que pagar una indemnización a los asesinos de su hija, eso si que es fuerte.
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