domingo, 15 de diciembre de 2013

Una de las noticias más escuchadas de esta semana ha sido la del fallecimiento de una familia sevillana al ingerir alimentos en mal estado. Lo que no se sabía, o se había ocultado, era que esta familia era pobre y aceptaban donaciones de comidas incluso caducadas.
Hoy en día desgraciadamente hay una gran parte de la población en el umbral de pobreza, las cuáles no tienen recursos para satisfacer sus necesidades primarias y se ven obligadas a buscarse la vida a través de la generosidad de los demás o de los restos dejados por los demás.
A mi forma de ver las cosas, me parece indignante que en un país en el que se lleva a galardón el progreso haya casos como este último. Llevamos desde el 2008 sumergidos en una crisis económica y social devastadora y se ha llegado al límite en el que millones de familias no pueden ni echarse alimentos a la boca ni pagar la luz o el agua de su propio domicilio. Se puede decir, aunque duela, que ha vuelto el hambre a España, esa hambruna olvidada propia de la postguerra civil.
Al haber llegado a este límite, el Gobierno debería de prestar una mayor ayuda a estas personas, ya que esta población pobre representa a España igual que los otros españoles. Además, se deberían de mejorar las medidas de sanidad con respecto a los alimentos y sus  composiciones, me parece increible que un alimento "homologado" te llegue a ocasionar la muerte con tan solo unos días de caducidad.

En definitiva, la sociedad necesita ya un cambio en el que se vea un síntoma de proposperidad y mejora de la situación actual y que nos quite ese pesimismo constante en el que estamos sumergidos.


Guillermo del Castillo Torres 2ºA










1 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con Guille con que el gobierno debería de prestar mas ayuda a las familias con dificultades para saciar el hambre ya que es una necesidad primaria del ser humano. Por razones de este calibre pueblos como Marinaleda se han vuelto anarquicos con el fin de auto abastecerse y no llegar a fines tan trágicos como el de la familia sevillana muerta por intoxicación. Aunque lo ocurrido sea algo doloroso y triste para todos, pueden sacarse conclusiones y enseñanzas validas, como ayudarse los unos a los otros o no ingerir alimentos caducados ya que la ingesta de algunos (como puede ser el huevo o los lácteos) pueden ser fatales para nuestro organismo.

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