viernes, 21 de marzo de 2014

Hace poco leí en la prensa la noticia sobre una niña que murió por la negación de una ambulancia por el Gobierno vasco. Salta a la vista que, en la época en la que vivimos, se produzcan muertes por cuestiones meramente burocráticas. Es cierto que la situación territorial del pueblo –Treviño- , cerca de la frontera entre el País Vasco y Castilla y León fue la causa principal de la indecisión entre las comunidades y entre los propios padres, que ante la negativa al pedir una ambulancia optaron por llevar a su hija a las urgencias de Vitoria.

Esto me remite a un reportaje, también reciente, sobre los recortes de competencias a los municipios. Estas competencias, entre las que se incluyen servicios de urgencias médicas, serían trasmitidas a la comunidad, dotando a ésta de la disposición de algunos poderes sobre todos los pueblos, anteriormente gestionados por los municipios. Como consecuencia, muchos pueblos llegarían a quedarse sin médicos de cabecera, sin bomberos, etc. Si, en el caso que comentamos inicialmente, hubiera un médico rural en el pueblo, quizá no se habría producido el fallecimiento de la niña.

Por eso, creo que algunas medidas que se están adoptando en cuestión de jerarquización de las competencias rurales pueden afectar muy negativamente a los habitantes de pueblos pequeños y alejados, en los que además predomina la población de tercera edad. 

Riu Rodríguez Sakamoto  

0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.