Una niña con dos cabezas, dos cuellos y dos espinas dorsales en un sólo cuerpo ha nacido en el norte de la India. El bebé se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, ya que los médicos han dicho que tiene mínimas posibilidades de sobrevivir.
Por sus escasos recursos económicos, los padres de la niña no pudieron hacer una ecografía del feto durante el embarazo.
Seguramente, si alguien nos contara que un niño ha nacido con cabezas, lo tomaríamos por loco o simplemente nos reiríamos pensando que nos está tomando el pelo. Lo relacionaríamos más con una película de terror o con unos dibujos animados para niños. Sin embargo, esta vez, pueda ser por caprichosidad de la madre naturaleza, se ha dado en un caso real.
Este caso de niños nacidos con malformaciones extrañas no es el primero ni será el último en un largo historial. El principal problema de estos nacimientos de gemelos siameses es que su esperanza de sobrevivir roza un porcentaje muy desesperanzador para la gran mayoría y los que sobreviven o no tienen una alta esperanza de vida o sencillamente no consiguen llevar una vida como la de los demás personas.
Sin embargo, que un ser humano nazca con dos cabezas no tiene por qué resultar siempre un problema para llevar una vida relativamente "normal", por decirlo de alguna manera. Es el caso de una siamesas estadounidenses, Abby y Britty, que actualmente triunfan en un reality show del continente norteamericano. Además, su caso es uno de los menos frecuentes, ya que además son gemelas bicéfalas y en toda la historia de la medicina sólo se han registrado cuatro casos de gemelos con un sólo tronco y un par de piernas. ¿Cómo sería vivir pegado a otra persona en un mismo cuerpo? Seguramente nos sea imposible ponernos en esa situación tan extraña.
Con respecto al bebé nacido en India, los padres no tuvieron la posibilidad durante el embarazo de hacer una ecografía del feto para saber si venía o no con algún defecto o malformación. Esto nos da de qué hablar sobre la sanidad pública en India y demás países pobres o subdesarrollados.
Una asistencia sanitaria en condiciones es un derecho fundamental y no un lujo. Pero en los países pobres, el crecimiento de los sistemas sanitarios dirigidos por el sector privado hace o bien que el acceso a las atenciones médicas sea demasiado caro o que éstas sean de tan baja calidad que ponen vidas en peligro. Este tipo de problemas son una realidad para las familias pobres, y además resulta difícil demostrar la forma en la que el sector privado contribuye para los más pobres.
Aunque los países ricos y otras instituciones están ejerciendo presión para conseguir una mayor financiación (dinero con el que pagar hospitales, medicamentos, enfermeros... ), esta se gastará en servicios ofrecidos por el sector privado.
Todo esto tiene que cambiar. Sólo los países pobres con unos sólidos servicios de sanidad pública han cosechado éxitos en la provisión de atenciones médicas para todo el mundo.
Alejandro Quintero Franco
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