El pasado 19 de marzo nos enteramos del terrible suceso que ha tenido lugar en Qatar: la muerte de aproximadamente 1.200 inmigrantes que trabajaban en las obras del Mundial de fútbol de 2022 en Qatar.
La Confederación Sindical Internacional (CSI), en un extenso informe titulado "El caso en contra de Qatar", ha denunciado este hecho debido a la estimación de que morirán otros 4.000 inmigrantes más de aquí a que de comienzo la competición. ¡Cuatro mil personas más!. Es decir, ¡un total de 5.200 muertes por las construcciones de preparación para el Mundial de la FIFA!
¿De verdad es algo racional la muerte de personas por el fútbol? A mí me supera esa idea, soy incapaz de meterme en la cabeza que vayan a perderse todas esas vidas para que el resto del mundo podamos disfrutar dentro de unos años del Mundial de la FIFA; y, a mi parecer, lo más trágico de todo, es que cuando dentro de 8 años estemos sentados en nuestros sofás viendo esos partidos nadie recordará a todas estas pobres personas que tuvieron que trabajar ¡y qué morir trabajando! en esas obras de la FIFA.
Me parece muy triste que actualmente sigan existiendo países (como es Qatar) donde sucedan estas cosas, países en los que muchos de los inmigrantes (casi la mayoría me atrevería a decir) trabajan en un estado de explotación, bajo condiciones de semiesclavitud. Como podemos leer en el artículo, un 90% de los obreros tiene el pasaporte retenido por los empleadores, un 20% cobra un sueldo diferente de lo prometido, y un 21% no cobra en la fecha acordada.
Lo más desconcertante de todo, es que, en Qatar, eso es considerado como algo usual o típico. De hecho se defiende la idea de que "Qatar es un país sin conciencia, donde los derechos fundamentales y la libertad del trabajador no existen" según afirma la central sindical más grande del mundo.
Me parece degradante que se tenga consciencia de esto y no se tomen medidas ni represalias contra la organización a la cabeza de todo. No es racional que en pleno siglo XXI siga habiendo obreros inmigrantes que estén expuestos a más de 12 horas de trabajo diarias. Y menos racional es aún la muerte de esas personas por tener que soportar temperaturas superiores a 50ºC mientras protegen sus puestos de trabajos, o por habitar en chabolas improvisadas en los terrenos de construcción; única y exclusivamente con el fin de conservar su trabajo, y así poder vivir...
¿De verdad no se considera esto como una vuelta a la esclavitud?
Sara Velasco Aguilar 2ºA
La Confederación Sindical Internacional (CSI), en un extenso informe titulado "El caso en contra de Qatar", ha denunciado este hecho debido a la estimación de que morirán otros 4.000 inmigrantes más de aquí a que de comienzo la competición. ¡Cuatro mil personas más!. Es decir, ¡un total de 5.200 muertes por las construcciones de preparación para el Mundial de la FIFA!
¿De verdad es algo racional la muerte de personas por el fútbol? A mí me supera esa idea, soy incapaz de meterme en la cabeza que vayan a perderse todas esas vidas para que el resto del mundo podamos disfrutar dentro de unos años del Mundial de la FIFA; y, a mi parecer, lo más trágico de todo, es que cuando dentro de 8 años estemos sentados en nuestros sofás viendo esos partidos nadie recordará a todas estas pobres personas que tuvieron que trabajar ¡y qué morir trabajando! en esas obras de la FIFA.
Me parece muy triste que actualmente sigan existiendo países (como es Qatar) donde sucedan estas cosas, países en los que muchos de los inmigrantes (casi la mayoría me atrevería a decir) trabajan en un estado de explotación, bajo condiciones de semiesclavitud. Como podemos leer en el artículo, un 90% de los obreros tiene el pasaporte retenido por los empleadores, un 20% cobra un sueldo diferente de lo prometido, y un 21% no cobra en la fecha acordada.Lo más desconcertante de todo, es que, en Qatar, eso es considerado como algo usual o típico. De hecho se defiende la idea de que "Qatar es un país sin conciencia, donde los derechos fundamentales y la libertad del trabajador no existen" según afirma la central sindical más grande del mundo.
Me parece degradante que se tenga consciencia de esto y no se tomen medidas ni represalias contra la organización a la cabeza de todo. No es racional que en pleno siglo XXI siga habiendo obreros inmigrantes que estén expuestos a más de 12 horas de trabajo diarias. Y menos racional es aún la muerte de esas personas por tener que soportar temperaturas superiores a 50ºC mientras protegen sus puestos de trabajos, o por habitar en chabolas improvisadas en los terrenos de construcción; única y exclusivamente con el fin de conservar su trabajo, y así poder vivir...
¿De verdad no se considera esto como una vuelta a la esclavitud?
Sara Velasco Aguilar 2ºA
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