viernes, 23 de mayo de 2014


En América Latina solo siete países, tienen penalizado el aborto de manera absoluta, no es admitido cuando una mujer tiene un embarazo no deseado ni cuando el embarazo es producto de una violación sexual. En El Salvador está penalizada cualquier forma de aborto, incluso la que puede poner en peligro la salud y la vida de la mujer. En la actualidad, 17 mujeres que fueron acusadas por haber cometido homicidio agravado o asesinato en contra de sus hijos purgan penas hasta de 40 años de cárcel; otras 18 están siendo procesadas.


Hoy en día podemos encontrar muchos casos de jóvenes quedan embarazada sin quererlo y recurren al aborto como método para solucionar ese "problema". Esta situación es tan habitual que se está convirtiendo en la orden del día. Muchas de las adolescentes aparentan el uso de esa ley como "método anticonceptivo". Pero debemos tener cuidado. No olvidemos que los extremos nunca llevan a buenos resultados. Muchas organizaciones luchan por el respeto al nacimiento, la mayoría de ellas conservadoras, tales como la Iglesia. Otros muchos sectores lo ven como algo natural. Pero, ¿Se debe, o no se debe admitir la ley del aborto?. De ahí el gran dilema que sufren muchos países incluido el nuestro. La pregunta es, ¿Tenemos el derecho a decidir sobre la vida o no de un bebé aún no nacido? pero, ¿Ese bebé se considera como ciudadano con derecho a la vida?. Todas estas preguntas, y muchas más, son las que, sin ninguna solución llegan a poner en acuerdo a los que están en contra y los que apoyan al aborto. Es un tema muy delicado, pero en mi opinión creo que si podría existir un punto intermedio entre ideologías, entre los extremos. Pienso que se debe analizar la situación de una mujer antes de juzgar si debe tener el derecho al aborto o no, ya que podemos encontrar casos en los que el aborto es la única solución de mujeres desesperadas que se encuentran con la necesidad de hacerlo, con el fin de no destruir su propia vida. Éstos, son los casos de las mujeres violadas por ejemplo, o mujeres que están destinadas a morir por un embarazo de alto riesgo.

Cada país, al igual que cada sociedad establece una serie de valores obviarse. Así, en cada país, la ley del aborto significa un mundo diferente. Creo que deberíamos establecer un acuerdo entre todos los países para así evitar que si en uno se prohibe esa ley y en otro no, estas mujeres no tengan necesidad de desplazarse a otro país para solucionar su problema. Aún así, la ambiguedad del asunto del aborto puede complicar o incluso imposibilitar el hecho de llegar a ese acuerdo.

Ana Macías Delgado

0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.