Hoy, como de costumbre he leído una serie de diarios en linea con la intención de hacer una noticia para este blog. Ante mi pretensión de hacer como de costumbre una noticia relacionada con el ámbito político, social o de interés general, la noticia que ha llamado mi atención no ha sido una de las habituales, todo lo contrario. La noticia que ha llamado mi atención es ¿Por qué es imposible no mancharse de 'ketchup'?, y voy a hablar de ella por eso, porque me ha llamado la atención.
La pregunta que me he hecho a mi mismo al leerla es la del por qué una noticia tan absurda ha llamado mi atención, la verdad es que ni el estilo ni la estructura me ha conmovido, ni siquiera el contenido, lo que me ha llevado a analizarla aquí es el hecho de que alguien haya escrito sobre ella. Así es, he dicho ¿como alguien puede escribir sobre esto? Para responder a mi pregunta he encontrado varias respuestas.
La primera opción y la más probable es que puede que el escritor sea el típico gordo que desayuna todos los días en el McDonald un menú BigMac y que vaya a trabajar cada día también con su polo blanco que tiene todo buen oficinista de EL PAÍS con una mancha nada discreta de ketchup que se le ha caído al "desayunar". El problema es que encima, nuestro amigo gordo se crea que eso le pasa a todo el mundo.
Otra opción también probable es que al hijo de un periodista bastante prestigioso se le haya ocurrido hacerle la faena a su progenitor y haya cogido el portátil del trabajo y se haya acordado de una idea tan maravillosa de las que difunde el Twitter ( #amitambiénsemecaeelketchupsiempre).
Otra opción menos probable pero que se puede contemplar es que uno de los redactores del diario online no se le haya ocurrido nada sobre lo que escribir y como su trabajo depende de su inspiración se haya puesto a mirar por todos lados en la oficina hasta encontrar la inspiración clara: su compañero el gordo que desayuna BigMacs con la mancha de tomate. Inspiración perfecta para cubrir la noticia del día y dar su jornada laboral por terminada.
La ultima opción, que había descartado pero que comento, es que el escritor, sin querer enredarse con uno de los aburridos y pesados artículos que hablan sobre lo mal que está la salud en el mundo, se preocupe realmente por el tema y de una manera sutil haya querido meternos en la cabeza que ingerimos anualmente 100 millones de kilogramos de salsa, dejando caer el dato pero haciéndonos creer que está hablando de otra cosa.
De cualquier manera, visto lo visto, cuesta menos mancharse de noticias absurdas que de salsa y siguiendo con la metáfora yo ya me he pringado mucho hoy, ¿Y TU QUÉ OPINAS?
Alberto Raillo
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