El
director del departamento de Anatomía y Embriología Humana II de la
Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM),
José Ramón Mérida, ha aceptado "la propuesta de dimisión de
su cargo" que se le ha trasladado desde el rectorado de la
universidad después de la polémica suscitada por la acumulación de
cadáveres donados en sus instalaciones, destapada por EL MUNDO este
lunes. Esta es la noticia.
Me
parece desastroso el trato que se le ha dado a estos cadáveres.
Cuando la única intención de los familiares que han contribuido con
los cuerpos a la ciencia ha sido por la ciencia pura y se han privado
de un entierro o una merecida despedida a lo que fueron personas,
como forma de agradecimiento, el hombre en cuestión, que ha sido
merecidamente despedido, los ha tratado como si detrás no guardasen
una historia. La historia que como mínimo todos los seres humanos,
más buenos o más malos guardamos por haber sido parte de este
mundo.
Por
eso, por muy muy atea que sea la manera de pensar del responsable, no
me parece un argumento para nada válido, el hecho de que eso ya solo
eran cadáveres, que es el argumento que podría haber dado para
defender su puesto. Y ya no es solo el hecho de tratar mal a
personas, con nombre y apellidos, aunque fallecidas, es el hecho de
que desde que uno entra en un puesto de trabajo o en un una sociedad
en concreto, aprende o debe aprender que hay que respetar los
materiales que usan el resto de compañeros y aunque no los usasen,
una actitud destructiva nunca es válida porque la investigación
solo tiene un fin constructivo. Así me parece muy merecido el
despido, repito, y más oportuna me hubiera parecido una dimisión.
Alberto
Raillo
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