Ha sido detenido en Girona un joven de 23 años por un delito de conducción temeraria, por circular bajo los efectos del alcohol y las drogas, y por resistencia y desobediencia grave a los agentes de la autoridad. Tras declarar ante el juez, quedó en libertad con cargos.
Este joven no solo iba conduciendo borracho, sino que también estaba drogado, y para terminar la faena conducía un vehículo al que le faltaba una de las ruedas y por una carretera en sentido contrario. La verdad que no se me ocurre que más le podía faltar a la escena, lo tenía todo para ser una comedia, pero no, esta noticia ha superado a la imaginación de cualquier guionista o director de cine, y una vez más se ha superado la ficción, pero no de una forma graciosa; se ha superado la ficción poniendo en riesgo la vida de muchas personas que iban por esa misma carretera esa misma noche y que podrían haberse chocado con un inconsciente. Por suerte no ha habido heridos, pero en mi opinión tendría que haber habido uno, el conductor borracho, no digo que tuviese que morir esa noche, pero sí resultar herido,como un “toque de atención”, porque este tipo de personas sólo cambian o se conciencian cuando les afecta a ellos lo que hacen, bueno en realidad no creo que piensen más lo que hacen aunque estuviesen a punto de morir.
Es que por más que leo la noticia, más surrealista me parece, no entiendo como se puede llegar a esa situación, ningún problema es tan grave como para atentar contra la vida de otras personas. Hay que pensar las cosas mas veces antes de hacerlas, pero solo viendo la situación en la que se encontraba el implicado(borracho y drogado) se puede ver el cerebro que tiene, y a una caja de serrín no se le puede pedir que razone.
Helena Volkman Noguero.
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