viernes, 23 de mayo de 2014

Guillermo del Castillo Torres 2ºA


He elegido esta noticia para comentar ya que sin duda es una de las que más me ha afectado y más en contra estoy.

Hace una semana, GPOne adelantaba que Movistar había llamado a la puerta de Yamahacomo patrocinador en su vuelta a los circuitos. Pero parece ser que la estrategia de Movistar no se queda ahí sino que pujará en el 2015 para quedarse con los derechos televisivos y emitir el mundial en su plataforma de pago Movistar TV, antes Imagenio al año siguiente.
No es algo nuevo, en Italia ha ocurrido exactamente lo mismo con la cadena Sky, que además de hacerse con los derechos de emisión, patrocina en el equipo de Moto3 de Valentino Rossi. Hay rumores de que los altos costes que tiene que asumir Telecinco (20 millones de euros por temporada) no son asumibles si no es con más publicidad y hasta ellos deben haberse dado cuenta de que con más bloques de anuncios, los aficionados se echarían encima (todavía más).
Todo esto se está cargando la afición de las motos en España, una afición que en estos últimos años se ha multiplicado exponencialmente debido al apogeo de pilotos los españoles, entre los que destacan Marc Márquez, Jorge Lorenzo, Pol Espargaró y Dani Pedrosa. A pesar de esta eclosión en la afición al mundial de motos, no nos llamemos a engaño, ya que esta afición motociclista no es equiparable a la futbolísitica la cual sufre esta privatización hace años.




El mundo del motociclismo se va a resentir de que sean en cerrado las carreras del mundial (este año solo darán 9 grandes premios en directo). Para muchos españoles el domingo por la mañana se había convertido en una agradable e inquietante distracción el poder visualizar una semana carreras de motos y a la siguiente de coches. Esa afición, que se iba acrecentando inicialmente por el auge de los campeones españoles que tenemos en la actualidad, dificilmente va a pagar por algo que siendo de su agrado resultaba gratuito, ya que sigue siendo el fútbol el único deporte que hace masas y mueve el dinero.

Tal y como están las cosas tendremos que empezar a mentalizarnos de que la única forma de escapar de la telebasura será previo pago, como no podía ser de otra forma en el mundo en  el que vivimos.

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