«Haz lo que yo digo, y no lo que yo hago» o el machismo en versión socialista. Tras la recurrente acusación de machista a cualquier dirigente del Partido Popular (PP) que ose hablar de las diferencias entre hombres y mujeres —las últimas víctimas han sido Miguel Arias Cañete y Manuel Fernández—, los socialistas sí se permiten a sí mismos los argumentos sexistas cuando no encuentran mejor manera de rebatir ideas.
Muestra de ello fue la sesión de esta semana de la comisión de Empleo del Parlamento de Canarias, donde la consejera regional del ramo, Francisca Luengo (PSOE), buscó minusvalorar a la diputada del PP Aurora del Rosario, atribuyéndole su escaño al hecho de que es la esposa de Asier Antona, «número 2» del partido en las Islas y presidente del grupo parlamentario.
Es una vergüenza que un pleno siglo XXI todavía haya situaciones así, en las que los hombres se creen superiores a las mujeres, y que además se de entre líderes político de nuestro país los cuales deberían dar ejemplo a la población. Esto, es una prueba más de que los políticos actuales son unos sinvergüenza que solo miran por su propio interés y por su dinero, llegando al punto en el cual, no son capaces ni de respetarse entre ellos.
Que este político exprese ese comentario dejando a la mujer como el sexo débil, me parece una causa de suficiente peso para que este hombre sea sancionado de alguna forma no económica, es decir, una sanción política que lo deje suspendido de su empleo y salario durante un periodo de tiempo.
María Elena Vázquez.
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