viernes, 23 de mayo de 2014

Últimamente se están produciendo muchas revueltas en los países árabes como consecuencia del creciente deseo de sus habitantes en establecer una democracia. Todo esto está muy bien, pero hay que pensar si de verdad quieren la democracia que implica, la libertad tanto de los hombres como de las mujeres a votar libremente para elegir a sus dirigentes.

¿Están estos pueblos árabes realmente preparados para admitir la libertad de las mujeres? Todo parece indicar que no, si tenemos en cuenta su historial. Actualmente se calcula que cada año intentan suicidarse unas 2.300 mujeres o niñas. Muchas se queman a lo bonzo para huir de la violencia doméstica, si sobreviven, temen el castigo por lo que hicieron; de cada diez casos de violencia contra una mujer, ocho son causados por un miembro de la familia. Alrededor de la mitad de las reclusas de un país árabe están en la cárcel por “delitos morales”.

Sin embargo, hay una pequeña posibilidad de que puedan incluir en su tan deseada democracia a la mujer como un ser activo y no como pasivo. Las mujeres hacen su rebelión de forma velada, empezando a luchar por una vida justa. Esperemos que las mujeres sepan aprovechar esa pequeña brecha que se va abriendo gracias a los cambios que se están produciendo.


Jose Manuel Bastida Ramos

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