La empresa estadounidense Virgin Galactic, ha creado una oferta turística que permite viajar a 6 pasajeros en la nave SpaceShipTwo un vuelo suborbital a 100 kilómetros de altura. Esta propuesta, que ya ha conseguido 600 reservas, empezará a funcionar en 2014. Su impulsor y propietario, Richard Branson, junto con sus dos hijos Holly y Sam, serán los primeros a bordo. El viaje, que cuesta unos 180.000 euros por persona, dura dos horas entre ascenso y descenso, y unos minutos arriba para disfrutar de la experiencia de flotar como en microgravedad.
También llegará para principios de la próxima década la alternativa europea, de la mano de una empresa Suiza, S-3 cuyo fundador y director general, Pascal Jaussi, apunta hacia la explotación turística del espacio y con el puerto espacial correspondiente en Canarias. El primer objetivo de S-3 (Swiss Space Systems) es ofrecer puesta en órbita de satélites, de unos 250 kilos, a bajo coste y partiendo de la superficie terrestre con un avión comercial modificado en lugar de un cohete. Pero si todo sale bien, enseguida se adaptará la nave espacial en que se basa el sistema para embarcar pasajeros (cuatro y dos pilotos) y llevarlos hasta la frontera de 100 kilómetros para asomarse al espacio en una experiencia que durará hora y media en total, con 15 o 20 minutos flotando arriba. Para Jaussi, el objetivo fundamental es lograr el acceso al espacio barato y con la misma seguridad que un avión comercial, porque, recalca, su visión es que el vuelo suborbital sea una aventura familiar, no una experiencia de alto riesgo.
Me parece fascinante el rápido avance de la ciencia que permite llevar a cabo proyectos de este tipo, ya que hace unos años, poder realizar esto parecería un sueño. Sin embargo, este sueño resulta ser algo caro y debido a eso, sólo podrán disfrutar de él personas con suficiente capacidad económica. Ésto pone en evidencia dos constantes en la historia del hombre, el afán de aventura y el sentido de explotación comercial, aunque sin éstas, experiencias como la mencionada no serían posibles de realizar.
Esta iniciativa particular sólo se plantea en un mundo capitalista donde todo gira alrededor del negocio y la explotación de recursos con el interés del lucro. Es dentro de ese mundo capitalista donde encontramos el contraste extremo de pueblos enteros que luchan por su subsistencia, mientras que en otras regiones del mismo planeta insensibles a estos padecimientos, sólo se piensa en la aventura y la diversión unida al derroche de dinero. Esta falta de sensibilidad resulta dificil de entender en un mundo racional que se llama civilizado. ¿Debemos centrarnos en solucionar las desigualdades de muchos países en lugar de pensar siempre en el bien propio? pienso que es importante pararse a pensar un rato sobre esto, puesto que resulta muy cruel ver a personas que mueren de hambre o son explotadas durante toda su vida mientras otras parecen no valorar los recursos de los cuales disponen y con éstos ayudar a los demás.
Y tu, ¿Que opinas?...
Ana Macías Delgado
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