La ONU
se ha puesto alerta debido a la situación que se sufre en la República
Centroafricana, causada por los constantes enfrentamientos que tienen lugar
entre las religiones predominantes del país: las milicias cristianas, conocidas
como Antibalaka, y los grupos rebeldes de mayoría musulmana, los Séléka. Estos hechos se agravaron
durante el último mes de diciembre, llegando a la dimisión de su
presidente, Michel Djotodia, que llegó al poder a causa de un golpe de estado
del grupo rebelde, los Séléka. Por ello la ONU pide la movilización internacional humanitaria y militar para estabilizar el país.
Estos enfrentamientos no son algo nuevo. A lo largo de la historia han sido innumerables las veces en las que se han sucedido conflictos religiosos, y especialmente entre musulmanes y cristianos. Sin ir más lejos en la propia península ibérica, en la época de la "Reconquista". Parece que no hemos avanzado, que algunos países siguen sumidos en la Edad Media, que su evolución ha sido prácticamente nula, en parte provocada por los países más desarrollados que ejercen control sobre ellos.
Y
ahora llega la cuestión, ¿por qué la religión, que promueve la tolerancia, la
paz y la bondad entre iguales, tiene la necesidad de imponerse por encima de
otras? ¿Dónde queda el término “tolerancia”? Sinceramente, parece algo inaudito
que haya tal cantidad de guerras, o incluso se hable de llegar a genocidios, asesinar a todo el grupo étnico, causados simplemente por un pensamiento
abstracto, por una cuestión de fe. Y que no pasa de eso, no se trata de un medio de
control, es simplemente fe, una creencia personal referente al individuo.
Sin
embargo, lo peor de todo, es que muchos de aquellos que luchan por la causa ni
siquiera son fieles a dicha creencia por fe y usando la razón, sino por
tradición. Son meras marionetas de los altos cargos que les interesa una
sociedad fácil de controlar y que no cree controversia. Pero, claro, el problema
llega en el momento en el que se disputan el monopolio dentro de una sociedad.
No puede haber dos corrientes que lideren, solo puede quedar una. ¿Solución?
Siempre la misma, que aquellos que no van a obtener beneficio de ello se maten
literalmente por una causa que posiblemente ni se hayan parado a pensar.
Porque
digo yo, ¿qué más le dará a un cristiano, que de verdad lo es, que otro
individuo no crea en lo mismo que él? El problema es que la religión no es lo
que se supone que debe ser. La religión ha sido utilizada a lo largo de la
historia un medio de control. Y con esto no critico las religiones. Cada cual
es libre de creer en lo que quiera, es algo que nadie nunca jamás podrá
demostrar si es cierto o mentira, es simplemente cuestión de fe. Pero la
libertad de unos acaba donde empieza la de otros, por tanto, no es justificable
de ninguna de las maneras estos nefastos enfrentamientos. La religión que
debería ser vista como medio de salvación, al fin y al cabo, se convierte en su
perdición.
Jesús Rodríguez González
0 comentarios:
Publicar un comentario