El pasado 27 de febrero tuvo lugar en Kampala, Uganda, el crimen tan escandalizador que podemos contemplar en la siguiente imagen. Se trata del asesinato de un hombre homosexual, quien fue quemado vivo en el país africano ante la mirada de niños.
Este hecho tuvo lugar tras la promulgación de una nueva ley en contra de la homosexualidad que criminaliza las relaciones entre personas del mismo sexo y las castiga con cadena perpetua.
Fue el presidente Yoweri Museveni quien firmó la legislación, la cual fue aplaudida por diversos periodistas y funcionarios de gobierno. Puede decirse, y de hecho se considera, que esta ley es popular en Uganda, aunque hay ciertos grupos internacionales defensores de los derechos humanos (algo que tiene más lógica que defender estas atrocidades) que han censurado esta ley por su severidad, aún siendo Uganda un país donde la homosexualidad ya viene catalogada como un crimen.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención de esta foto son los rostros de los niños, que pueden observarse en la parte superior de la foto. Niños que puede que ni superen los 6 ó 7 años de edad, y que en ese estado de inocencia en el que se encuentran (como cualquiera a su edad) tengan que contemplar actos atroces como este, llenos de violencia inhumana.
Con sucesos como estos, nos damos cuenta del regreso de la peor homofobia que creíamos haber vencido, que encima lo hace disfrazada de protección a grupos débiles a los que los homosexuales supuestamente "hacen peligrar", como los niños, los cuales únicamente son víctimas de esas Iglesias de derechas estancadas en principios muy conservadores. Y hemos llegado hasta tal punto en el que se ha convertido a las víctimas del sistema en "bestias negras" o "monstruos" a las que atacar para poder proteger a una sociedad supuestamente inocente y frágil.
Sin embargo, como dice el artículo, este hecho ha tenido especial relevancia entre los tuiteros; ante lo que me pregunto: ¿por qué este, y no otros? Es muy fácil olvidar que en algunos estados de EEUU aún sigue vigente una ley de sodomía que condena a muerte a los homosexuales, sólo que como los Estados Unidos es un país muy rico, no se habla tanto de ello. O que en España seguimos aguantando una violencia homófoba extrema a día de hoy.
Pero lo que más me sorprende de todo, aparte de la ley por supuesto, ya que no me cabe en la cabeza que en pleno siglo XXI aún existan países en los que el Estado intervenga en cuestiones sociales tan personales como es "a quién poder o no amar", es lo que se comenta un poco más abajo. Según este artículo, esta ley en sus inicios proponía no ya cadena perpetua o X años de cárcel, si no la pena de muerte para aquellos que cometiesen algunos actos homosexuales. Es decir, obligar a las personas a elegir entre vivir o amar. ¿Realmente seríamos capaces de eso? Cuánta sangre fría.
Sara Velasco Aguilar 2ºA
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