Como dice
en la noticia, el párroco de la localidad de Canena (Jaén) mencionó unas
palabras acerca del machismo un tanto polémicas.
El cura dijo (y cito textualmente):
-'' Antes, hace tres décadas, a lo mejor un hombre se emborrachaba y llegaba a su casa y le pegaba a la mujer, pero no la mataba como hoy, ¿Por qué? Porque antes había un sentido moral, unos principios cristianos y unos valores que hoy no los hay. Antes, un hombre, aunque se emborrachara, sabía que había un quinto mandamiento que decía no matarás''-. Unas palabras en mi opinión muy prepotentes y que no tienen ninguna base lógica ni moral más allá de la religión.
-'' Antes, hace tres décadas, a lo mejor un hombre se emborrachaba y llegaba a su casa y le pegaba a la mujer, pero no la mataba como hoy, ¿Por qué? Porque antes había un sentido moral, unos principios cristianos y unos valores que hoy no los hay. Antes, un hombre, aunque se emborrachara, sabía que había un quinto mandamiento que decía no matarás''-. Unas palabras en mi opinión muy prepotentes y que no tienen ninguna base lógica ni moral más allá de la religión.
Según el párroco, sus palabras fueron malinterpretadas, que
no quería decir que antiguamente dicha actitud estuviese bien, sino que ahora
está peor. Sin embargo, fuera cual fuera el sentido de sus palabras (las que
eran claramente malinterpretables), está claro que una persona que pronuncia un
discurso público no debería ser tan ambiguo. Además, aunque antes solo se
pegase y ahora se mate, eso no justifica de ninguna forma la actitud antigua,
además de que me parece muy imbécil (con perdón) por su parte ceder a la teoría
del mal menor, sí, esa que dice que si antes hacías algo mal y ahora es peor,
lo de antes no estaba tan mal.
Por otra parte, no creo en absoluto que una correcta actitud
dependa de la religión, sino de la moral individual, esa moral que dicho párroco
tacha de débil cuando es él el que con sus inadecuadas palabras justifica en
cierto modo una conducta del todo inaceptable, porque, lo que es a mí, matar a alguien me lo prohíbe mi propia moral, no unas palabras que vienen de boca de la Iglesia.
Encima, para más inri, el cura dijo que esas palabras las
dijo para concienciar a los jóvenes y, sinceramente, lo siento por esos niños
que tuviesen que escuchar aquel deplorable discurso por el que el cura,
creyendo que sus palabras fueron malinterpretadas, se negó a disculparse. Pero,
fuese su intención una u otra, está claro que ninguna de las dos ideas son
adecuadas o moralmente aceptables, por lo que me surge la siguiente pregunta: ¿No
es irónico que aquel que acusa a la sociedad actual de tener unos valores pésimos
sea el mismo que no es capaz de dar un buen ejemplo moral públicamente?
Alejandro Ruiz Fernández de Angulo
2º Bach. A
0 comentarios:
Publicar un comentario