viernes, 23 de mayo de 2014

  La industria discográfica fue herida mortalmente por las descargas digitales, pero estas también empezaron a sufrir con la aparición de los servicios de streaming, que, a su vez, tampoco logra salir de pérdidas porque sus millones de abonados prefieren escuchar anuncios de vez en cuando antes que pagar una suscripción mensual. La última víctima se anunció ayer: Music Hub, el servicio que Samsung preinstalaba en todos sus smartphone.

 En mi opinión, es una pena que Spotify tenga pérdidas. Cuando lo descubrí me aboné porque creo que hay que pagar algo razonable y en el caso de Spotify Premium son unos 10 euros mensuales. Espero que se recupere porque yo estoy muy contento. Lo mismo que me gustaría que Netflix entrase en España. Por último, quiero decir que estos no se enteran que eso de hacer música o sucedáneos, copiarlo hasta el infinito y después venderlo en paquetitos, se acabó para siempre. La "música" se ha convertido en un producto del más bajo consumo entre otras cosas porque los "artistas" tampoco han protegido su trabajo. Cualquier profesional del sonido podría contar los disparates que se hacen gracias a los aparatos digitales. Corta, pega, alarga, afina... Incluso en los conciertos tienen afinadores automáticos. Y siguen pretendiendo que paguemos por eso. Cuando muchas veces con 10 minutos en el Youtube es suficiente.



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